SÍNDROME DE OJO SECO

El Ojo Seco es una alteración de la función y producción lagrimal que genera molestia, variación de la agudeza visual e inflamación de la superficie ocular.

  • Los síntomas van desde una irritación leve con sensación de arenilla o cuerpo extraño dentro del ojo, hasta una molestia grave acompañada de sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Las lágrimas protegen y lubrican los ojos evitando la aparición de úlceras corneales y enfermedades de la esclera.
  • El nivel y la calidad de la película lagrimal desciende con el aumento de la edad del paciente, sin embargo el Síndrome de Ojo Seco puede afectar personas de diferentes edades.

Es un problema que afecta al 30% de la población, convirtiéndose en los últimos años, en una causa muy común de consulta al oftalmólogo, sobretodo cuando se atraviesa un estado avanzado de la enfermedad.

 

De acuerdo con el Dr. John Zabala, oftalmólogo de la Clínica de Oftalmología de Cali, este síndrome afecta comúnmente a mujeres pre- o pos menopáusicas y varones de mediana edad quienes refieren dolor persistente, sensación de cuerpo extraño, y no alcanzan a sentir alivio con el uso de lágrimas naturales. Sin embargo la enfermedad no excluye personas de todas las edades.

 

Los síntomas pueden variar durante el día y dependiendo del desarrollo de las actividades que tenga el paciente. Sin embargo se manifiesta la presencia permanente de dolor, sensación de arenilla o cuerpo extraño dentro del ojo. Y se alternan: enrojecimiento, escozor, rasquiña, sensibilidad a la luz, lagrimeo ocasional, dolor en los ojos o alrededor de los mismos, ojos cansados, incomodidad con el uso de lentes de contacto, alergias estacionales y boca o garganta seca.

 

Según explica el Dr. Zabala las pruebas para medir la cantidad de lágrima (humedad) dentro del ojo son: la prueba de Schirmer, que emplea tirillas especiales milimétricamente marcadas para medir cantidad de película lagrimal en 3 ó 5 minutos, y una biomicroscopia con fluoresceína de la película lagrimal, que permitirán medir respectivamente, la cantidad y calidad de la lágrima y poder concluir el nivel de la enfermedad.

Influyen en este tipo de análisis la identificación de antecedentes como el uso de lentes de contacto, padecimiento de enfermedades autoinmunes como artritis, reumatismo, lupus, etc.; enfermedades generales como diabetes, síndrome de Sjögren, Parkinson, cirugías previas en los ojos o defectos en la anatomía de los párpados, entre otras muchas causas.

 

Actualmente existe una variedad de tratamientos para corregir la enfermedad y dependen del grado de ojo seco que determinen los exámenes descritos anteriormente. El tratamiento puede ser tan simple como usar lágrimas artificiales unas pocas veces al día o requerir medicamentos especiales. En casos moderados a severos está disponible un procedimiento sencillo, no quirúrgico que proporciona un alivio de largo plazo, y que consiste en implantar plugs de silicona en los puntos lagrimales inferiores, los cuales actúan como un tapón permitiendo que las lágrimas y los demás medicamentos permanezcan más tiempo en la superficie ocular mejorando su efecto. Este procedimiento es seguro rápido indoloro y totalmente reversible.

 

Si el resultado de la evaluación sugiere una disfunción de los párpados, se debe analizar puntualmente el caso para corregir la alteración específica presentada por el paciente.

Los resultados atendidos en los consultorios del Dr. John Zabala en la Clínica de Oftalmología de Cali y el Centro Médico San José, revelaron a través de un Test Ocupacional que el 30% de las pacientes refieren síntomas leves a sumamente graves, nivel 3 a 5 de la escala. Siendo Graves (nivel 4) el 12% de los casos atendidos y Sumamente Graves (nivel 5) el 2% de los casos.